El Mundo al que...

De la Evolución

En su momento la palabra vino a reemplazar a los sonidos incoherentes.
Es decir, en los tiempos del hombre de Neanderthal, donde un sonido especifico representaba algún objeto o cosa. Uno emitía un rugido y se refería a "eso" (ni quiero imaginarme como solucionaban los malos entendidos), creo que no sería muy distinto a como se comunican los animales más evolucionados hoy día.
En cualquier caso, sería interesante ver (hipotéticamente hablando) cómo un cientifico le explicaría a un chimpancé que el hombre ha evolucionado de su especie.
¿Cómo sería el dialogo?
—Mirá, dentro de miles de millones de años quizás un pariente tuyo sea humano.
¿Funciona realmente así?
No tengo ni idea. Pero esas son preguntas existenciales y por eso me las planteo. No es porque esté aburrido y con tiempo de sobra, es porque son preguntas que uno debe hacerse en determinado momento de la vida. No estoy divagando (...demasiado)

Ahora supongamos que el chimpancé le conteste al cientifico:
—Ya lo sé, los hombres evolucionaron de nosotros, hace tiempo que lo sabemos.
¿Qué ocurriría entonces?
Primero y ante todo, ese cientifico se haría millonario, ganaría un Nobel de ciencia y sería reconocido en el mundo entero.
Segundo, ese chimpancé se haría millonario, se ganaría un Oscar interpretando a Chita (Cheeta) y sería el mono más famoso del mundo.
Tercero (siempre debe haber un tercer punto) se responderían muchas preguntas que los hombres de la ciencia han buscado desde que el hombre empezó a pensar.
A saber: ¿De dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos? ¿Cuál es el origen del universo? ¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Se puede viajar en el tiempo? ¿Existe Dios? ¿Qué quieren las mujeres? (Exceptuando las dos primeras creo que las otras no podrían responderse, aún así es algo bueno)
Pero en fin, si ese fuera el caso: Un chimpancé que anoticia al cientifico de que está al tanto de la evolución (quizás no en nuestro idioma, claro).
¿Qué pasaría entonces?
No dejo de preguntarmelo, pero seguramente más de una religión se vendría al pique. Y es que definitivamente ninguna religión tiene un mono que habla, al menos no que yo conozca.
¿Por qué todo este planteo?
Pues, sencillamente, porque si un día eso ocurre quiero estar preparado. Sería un fuerte corte epistemológico en la historia del saber de la humanidad. No porque el simio hable, sino porque el hombre volverá a interpretar esos sonidos que había dejado de lado, para hacerse hombre. Y ahora que es hombre y ha olvidado qué significaban esos sonidos, quiere volver a interpretarlos para demostrar que en realidad nunca ha dejado de ser un animal. Vaya paradoja.

Cuando ese día llegue quiero ser el primero que levante la mano para decir: "Yo, fui yo el que advirtió que esto sucedería algún día".
Con eso espero convertirme en millonario, ganar un Mundial de Fútbol y conseguir un millón de amigos en Facebook.