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5 Mitos Falsos sobre Animales que Probablemente Pensabas que eran Verdaderos.

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Hay bastantes mitos sobre animales que tomamos del «saber popular» y las caricaturas, los creímos verdaderos y forman, o formaron parte alguna vez, de nuestro propio saber. Es facil comprobar que los animales no hablan como el pato Donald o Lucas, ni tienen el ingenio del Coyote, pero hay otras caracteristicas que por alguna razón terminamos por tomar como verdaderas:

5— La madre abandona a sus pichones si los tocamos.

Esta creencia supone que si tocamos un pichon en su nido mientras su madre está ausente, al regresar ésta olerá en él que fue tocado por un asqueroso humano y que esto le provocaría el desamor de su madre que lo abandonaría, echándolo a una muerte desoladora, por culpa de tan inmundicias relaciones.
Posiblemente alguna abuela o madre te haya educado de esta manera y jamás lo hayas cuestionado hasta ahora. (mi abuela sí me dio este consejo de chico, cuando pasaba las vacaciones en el campo).
Ante todo, los pájaros rara vez utilizan su nariz, se guían por su vista y oído. Esto quiere decir que es poco probable que nuestro aroma les resulte hediondo. Realmente no les importa que toquemos o no a sus pichones, así que pueden tocarse sin culpa. Aun mejor, si alguno cae de su nido podrías regresarlo para que su madre se encargue de criarlo.

4— Cortando una lombriz a la mitad, se obtienen dos.

Por el bien de la humanidad espero que esta haya sido tan solo una creencia en nuestra niñez. Todos alguna vez de chicos hemos cortado una lobriz y sonreir admirados luego de ver nuestra masacre como el pobre bicho se retorcía de un lado a otro. Y dado que ambas partes seguían moviéndose independientemente una de la otra, el razonamiento podría ser que esas «dos nuevas lombrices» podrían regenerar su cola. Falso, que quede claro, eran las dos mitades de la misma, porque como cualquier otro insecto, la lombriz tiene cabeza y cola. Por más que a simple vista no podamos discernir con claridad y nos parezca todo lo mismo; o aun peor, que pensemos que por dentro es un simple tubo, la lombriz es como cualquier otro organismo viviente. Las dos mitades se mueven desesperadamente por las terminaciones nerviosas, sí, les duele.
Si bien las lombrices tienen una cierta capacidad regenerativa que les puede permitir subsanar esa parte de la cola perdida, no es posible que la cola regenere una cabeza dando como resultado una nueva lombriz, y es justamente esa mitad la que eventualmente «morirá».

3— Los conejos comen zanahorias. Los ratones queso.

Creo que no hay una sola ratonera que no haya llevado queso como carnada, porque según la creencia es sencillamente irresistible para los ratones.
La adicción de Bugs Bunny por su parte, podría matar a un conejo. Alimentarlo solo con zanahorias no es saludable para el pobre animal, que se alimenta principalmente con verdura color verde y no naranja. Si tenes uno como mascota, cansado de tanta zanahoria en algún momento aprederá a hablar solo para preguntarte:—¿Qué hay de nuevo, viejo?
En cuanto a los ratones, hay estudios científicos que afirman que de hecho los ratones tienen un gran sentido del olfato y sabor. Por lo que el fuerte sabor y olor del queso no es su favorito, sino los alimentos con alto contenido de azúcar. Como granos, frutas y tantas otras cosas tan poco saludables. Así que si la idea es realmente matar ratones, hay que cambiar el queso de la ratonera por caramelos.

2— Los camellos guardan agua en su joroba.

Si tu idea al perderte en un desierto con un camello es que estas salvado porque llegado el momento vas a sacrificar al pobre animal para beber el agua que contiene en su joroba (¿En serio harías eso?) lamento decirte que no vas a encontrar nada de agua en la joroba del camello, solo grasa. Esa misma grasa es la que le da energías y le permite recorrer grandes distancias, pues otra cosa que escasea en el desierto es justamente el alimento.
Aunque claro que al metabolizar esa grasa el camello obtiene algo de agua, pero esta será absorbida por su cuerpo.
Así que si la idea es ir de aventura a un desierto, procura llevar suficiente agua y no perderte aunque lo hagas con un camello.

1— Los toros se enfurecen frente al color rojo.

Esta tal vez sea la mundialmente más difundida debido a una tristemente celebre actividad como la tauromaquia. Estupideces que hace el hombre, si las hay (Para que quede claro, detesto tanto esta actividad que festejo cuando me entero de toreros accidentados salvajemente por toros).
Pero en fin, de ahí viene el mito. En realidad, los toros no ven colores y lo que los enfurece es el movimiento de la capa, que podría ser azul, verde o un arco iris, que el resultado sería el mismo: Un toro cabreado.
Es probable que el rojo haya tomado tanta importancia en este mito debido a que en la última parte de esta salvaje actividad se utiliza la capa roja, cuando el toro está realmente harto de que tantos inútiles se diviertan haciéndolo sufrir.

Personalmente las creí a todas (hasta lo de las lombrices, cuando era chico) y las desmitifiqué a todas antes de hoy. Mucho Discovery Channel y demás en su momento.

Fuente: Cracked