Ensayo Inmoral sobre la Moral (IV)

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24 septiembre 2010

Moral y ÉticaCuando comencé a leer Nietzsche hace unos años no entendía bien por qué criticaba tanto la moral. Por qué este genial filosofo atacaba tanto el concepto. Luego de leer unas páginas uno va entendiendo a que se refiere con “moral esclava” y demás. Lo bueno y lo malo. La resignación y la culpa. Y que en definitiva es incompatible con el “suprahombre” (traducido también y más conocido como “superhombre”) Pero interpretar a Nietzsche es “peligroso” y mucho más si tan solo es de pasada. Solo quiero marcar, al igual que él, que esto no se trata de crear una “anti-moral”. Ya que, después de todo se llegaría al mismo resultado, obedeciendo esa “anti-moral”. Situación absurda.

Pero no me voy a referir a él tampoco, estos posts tan solo se tratan de exponer mi punto de vista sobre el tema, que tal vez coincida con algunos de ustedes, tal vez no. Pero para eso estoy escribiendo y para eso lo están leyendo (en el afortunado caso de que haya alguien leyendo). Por eso además va a ser más que interesante el post final sobre este tema, en donde voy a intentar llegar a una especie de conclusión conjunta, con lo ya escrito y con sus comentarios.
En otro tiempo esto hubiera sido moralmente incorrecto, pues la moral no se cuestiona, ni discute, ni se exponen puntos de vista distintos, ni se intercambian opiniones sobre ella. La moral se cumple.

Ahora quiero dirigirme a la ética. Muchos consideran erróneamente que la ética es sinónimo de moral. En ese caso vamos a despejar "muy rápidamente" esa duda, pues se trata de una mentira o en el mejor de los casos de una grave equivocación. Dicho sea de paso, hay una tercera opción: es más fácil tratarlos como sinónimos.

Entonces: ¿Qués es ética y qué moral?

  • Moral: "Se denomina moral al conjunto de creencias y normas de una persona o grupo social que determinará el obrar (es decir, que orienta acerca del bien o del mal —correcto o incorrecto— de una acción o acciones)" (Wikipedia)
  • Ética: “Tiene como objeto los actos que el hombre realiza de modo consciente y libre (es decir, aquellos actos sobre los que ejerce de algún modo un control racional). No se limita sólo a ver cómo se realizan esos actos, sino que busca emitir un juicio sobre estos, que permite determinar si un acto ha sido éticamente bueno o éticamente malo.” (Wikipedia)
[Lamentablemente los diccionarios online poco y nada pueden aportar, sobretodo el de la RAE (Real Academia Española rae.es), una mierda, supongo que la idea es que compremos la última edición impresa, extravagantemente costosa e innecesaria. También supongo que ellos mismos inventan palabras para vender más páginas. Es la gran ironía de los diccionarios, nos venden las palabras que usamos.]

En pocas palabras: la moral es la puesta en práctica, son acciones, determinadas.
La ética es la teoría de una cierta moral, son racionalizaciones, determinables.

En un sentido más general también se la considera a la ética una rama de la filosofía que estudia la moral. Algo así como "la policía" de la moral. Pero esta clasificación debería estar caduca ya, puesto que entonces quién controlaría la ética, debería haber una instancia superior también y así hasta el infinito. Y en todo caso no hay razón que impida que la moral por sí misma se determine.
De todas formas, vale el latiguillo de "delgada linea roja que divide..." entre ética y moral.

Tal vez con ejemplos se vuelva más comprensible, que intentaré exponer en el próximo post.

Ensayo Inmoral sobre la Moral (III)

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22 septiembre 2010

humor amigo esposaExisten además de la moral otros códigos sociales, mucho más amplios y generales aún. Por ejemplo: códigos entre amigos, conductas sociales en determinados lugares, el mismo respeto, hay hasta códigos entre ladrones. Estas clases de conductas que se esperan del otro comprenden grandes categorizaciones entre distintos autores y sociólogos, de las que por supuesto no hablaré ni tendré en cuenta, para tal cosa debería estar mejor informado. Aún así de los que he leído me encanta Pierre Bourdieu, me encanta como escribe y como comprende el funcionamiento de una sociedad.

Estos códigos que menciono funcionan de muy distinta forma que la moral, aún así tienen mucho que ver con ella. Ya que suponen esperar del otro el mismo cumplimiento del código que hace uno mismo. Por ejemplo: La novia de un amigo: no se toca. Punto. Vale decir, por el código que existe entre amigos, yo espero que mi amigo no intente levantarse a mi novia. Más aún, ni siquiera una ex-novia. Sin embargo esto no siempre se cumple. No obstante, lo esperado es que se respete ese código implícito de la amistad. No creo que ser moralmente correcto pase por no acostarse con una ex-novia de mi amigo. Sino, más bien, lo que estaría rompiendo es un código de amistad. Entiendo que los tiempos cambian y las cosas se hacen cada vez mas “laxas”, por decirlo de alguna manera. Tal vez este tipo de códigos sean antiguos y hoy esté permitido y no tan mal visto. “Los tiempos cambian”.

Vayamos más allá. Es inmoral robar. Ahora bien, si un ladrón roba una casa que iba a robar otro ladrón, el primero a sabiendas de lo planeado por el segundo, no solo estaría violando un código de delincuentes, sino que muy seguramente reciba algunos cuantos balazos por parte del segundo. De esta manera se aprecia como los códigos a menudo trascienden los factores morales. Y en lo cotidiano resultan más importantes. En este caso concreto te evitaría recibir una bala en la pierna seguramente.
Pero además, y por otra parte, yo creo que podríamos seguir viviendo felices si un sector de la sociedad nos considera inmorales, pero creo que muy pocos podrían seguir viviendo en plena armonía si son tildados de “mal amigo”
Por tanto resulta hasta práctico respetar códigos, y de la misma forma sostengo que (según mi forma de ver) respetar una cierta moral concreta es incompatible con la vida social. No importa qué me digan o qué argumentos me den. Es imposible y muy peligroso. Es imposible porque si, por ejemplo, tomamos la moral cristiana (y la de la mayoría de religiones) no podría tener sexo antes de casarme, algo absurdo por excelencia, quién lo haga no está demostrando nada divino y se está perdiendo una parte muy importante de lo que significa ser humano.
Y es peligroso porque la moral ante todo es prejuicio. La moral se basa en doxas, en hechos inamovibles e inmutables a través del tiempo, aunque por suerte la historia nos ha demostrado que pueden ir transformándose y ser más flexible en algunos aspectos. Y esto resulta casi exclusivamente de que la moral dejó de pertenecer históricamente a la clase dominante (Monarquía, Iglesia, etc.)
Quiero decir, la Iglesia no tiene presencia real hoy día (no si la comparamos con la Edad Media) ese poder está implícito dentro de cada creyente y los creyentes no dejan de ser humanos. Y los humanos no dejan de tener deseos, permitiéndose cada vez más "placeres". Desde luego, esto, como todo lo escrito es una opinión personal. Pero para eso estamos acá.

Y aun falta hablar de ética.

Ensayo Inmoral sobre la Moral (II)

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20 septiembre 2010

Muchas veces resulta muy injusto que una parte decida qué es inmoral, más allá de que esa otra parte “inmoral” esté avalada legalmente. Pero es que la moralidad tampoco tiene que ver necesariamente con aspectos legales. Y en este sentido es viable pensar que primero “progresan” las leyes y luego la moral termina por adaptarse a estas. Por ejemplo: el aborto. En Argentina es ilegal, pero puede realizarse si es producto de una violación, resultando inmoral el aborto premeditado (mediante clínicas clandestinas) y “aceptablemente” moral si es un embarazo producto de una violación (y sólo es legal si se prueba fehacientemente que fue una violación). Es decir, la moralidad argentina, ahora (y desde hace algún tiempo) acepta moralmente que se realicen abortos a mujeres embarazadas producto de una violación.
Por otra parte, y generalizando aún más, la moral argentina es demasiado heterogénea, teniendo en cuenta que durante el siglo XX comenzó a conformarse por inmigrantes de distintos puntos del mundo.


Hice los subtítulos porque con el doblaje se perdía un montón


Volviendo un poco a lo concreto, la moral cristiana (a grandes rasgos, mayoría en Argentina) se ve envuelta por todas esas morales de distintas partes del mundo, que complementan y a la vez modifican las categorizaciones de aquélla. Por ejemplo, tomemos un hecho actual: El casamiento homosexual no es admitido por la Iglesia, sin embargo hace unos meses se aprobó esta ley. Y aunque una parte de la sociedad estaba en contra, aparentemente (y por suerte) la otra parte fue mayoría. Y esto viene a cuenta de aquello de que generalmente primero viene la ley y luego la moral se moldea alrededor de ésta. Y así como la ley protege o avala distintos hechos, de la misma manera condena otros. Es imposible pensar, por ejemplo, lo prohibido, sin la ley. Lo prohibido es aquello que justamente no permite la ley. Si trasladamos este concepto a la religión nos encontramos con que el mandamiento es lo moralmente correcto, violarlo es un pecado e inmoral. Es inmoral desear a la mujer del prójimo, ¡pero que buena que está!

A raíz de esto se me ocurre pensar en distintos “códigos de la vida cotidiana” con los que nos manejamos a diario y por todo lo dicho anteriormente, en la ética (que nada tiene que ver con la moral) pero eso lo dejo para la próxima.

Ensayo Inmoral sobre la Moral

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18 septiembre 2010

La moral tal vez sea de las conceptualizaciones más generales que realiza el ser humano, es interpretada muy superficialmente y luego cada cual continúa con su vida. Es decir, la persona piensa que posee “buena moral”, que sus actos son correctos y demás, pero no sabe a qué se está refiriendo concretamente cuando hace utilización de “su moral” en la vida cotidiana. Qué es correcto y qué no.
Pongamos un poco de orden y partamos de la base de que no existe “La Moral”, sino un conjunto de moralidades distintas esparcidas por el mundo bajo el patrocinio de distintas culturas, religiones, sociedades, etc. Cada sociedad posee su moral, y en este sentido puede entenderse como un pacto social.

Humor gráfico Dios y Diablo
Humor del genial Alberto Montt
Ahora, vamos a hacerla fácil y veamos un cliché: La moral Nazi. Sin duda es una moral, con sus pactos y códigos. Éste tipo de moral se basa en pertenecer a una supuesta raza superior de elite (aria), odiando, exterminando y humillando lo distinto. Otras razas, credos, religiones, posturas sexuales y políticas, etc.
Pues bien, ¿quién debería o sería capaz de juzgar ese tipo de moral Nazi? ¿Desde qué punto de vista podría uno decir que esa moral está bien o mal?
Seguramente en la Alemania de post-guerra (la primera) venía conformandose cierto germen de moral nazi, pues de otro modo jamás podría haberse concebido. Vale decir, la sociedad estaba absolutamente preparada para cargar con esa moral. De repulsión al otro, distinto.
Y en teoría, esa moral es tan válida como cualquier otra, como la moral del judío o del cristiano o del budista o del vegetariano o del carnicero de la esquina de mi casa. Pero en la práctica choca con otras morales. Son tan distintas en sus bases que pueden llevar a fáciles confrontaciones, de hecho, basta ver qué ocurre en oriente medio entre Israel y Palestina para que se entienda el nivel de hipocresía inherente a toda moralidad.
No seamos reduccionistas ahora y dejar todo en manos de creencias políticas y religiosas, ya que son estas mismas creencias (y entre otras) las formadoras de moral en una sociedad. La ideología muere con el fanatismo y la moral es producto directo de las creencias. La moral, en este caso, es retribución a la creencia fanática.
¿Pero quién soy yo "¡Oh, inmoral!" para juzgar la moral?

Y esta es tal vez la gran ironía, la moral busca decidir qué es correcto, pero no hay una forma correcta para decidir cuál es la moral correcta.
Es fácil, desde ya, apuntar con el dedo y decidir qué está bien y qué mal, pero siempre será a nivel subjetivo. Y porque entre otras cosas es imposible que la moral de todos los individuos de una misma sociedad coincida (piénsese en la postura que toman unos y otros frente a la homosexualidad, los extranjeros, etc.)

Aún hay más por decir, pero lo dejo para la próxima.

Devolvió 4,5 millones

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04 septiembre 2010

moneda un idiotaUn hombre en San Juan, Argentina, devolvió 4 millones y medio de pesos (algo así como 1 millón de euros). No se los encontró, sino que aparecieron en su cuenta bancaria debido a un error, ya que el número de una cuenta del gobierno coincidía con la suya y un día como cualquier otro, al intentar retirar dinero se encontró con que era millonario. Este muchacho quiso solucionar el problema, pues todos sabemos lo feo que es tener tanto dinero en nuestro poder.
Finalmente le explicaron cuál era la situación, de la que hasta entonces el banco aún no tenía idea. Al preguntar por una recompensa, por ser tan pelotudo generoso y honesto por haber devuelto el dinero, los bancarios le contestaron que él de hecho no había encontrado el dinero, sino que se trataba de un error administrativo. Por tanto no había una “recompensa”, pero por haber hecho un gesto tan pelotudo generoso le otorgaron la grandiosa suma de 350 pesos (algo así como 70 euros).
Lo verdaderamente gracioso de todo esto, es que la vida no carece de ironía y buen humor, pues este hombre se llama Jonathan Gil. En el caso de que no sepan, en Argentina el termino gil se utiliza para describir a una persona que hace algo tonto o idiota (aunque con mayor connotación). “Sos un gil” se le dice a alguien que hizo, pensó o dijo algo verdaderamente mal, tonto, incorrecto, etc.
Sin dudas hay que ser un verdadero Gil (gil con mayúscula, sea por el apellido o por la importancia) para devolver semejante suma de dinero. Ni siquiera tiene que lidiar con el hecho moral de haberse encontrado un bolso con esa cantidad de dinero, tan solo tiene que retirarlo de su cuenta.

Díganme que carezco de ética o que soy un inmoral, pero tanto dinero no lo pierde alguien que lo necesita, no hay forma. Yo me hubiera quedado calladito y millonario, sin dudas.
En este caso particular, por otra parte, fue un error del banco y la responsabilidad le tocará al que corresponda por el error y a la compañía de seguros (supongo yo) pagar los daños ocasionados.

En fin, es una situación ridícula. Entre otras cosas porque este hombre ya tenía la vida solucionada (al menos económicamente) y de ahora en más y hasta el último día de su vida va a pensar en este hecho. Es imposible que se olvide lo que hizo y continúe con su vida, de ahora en más esta acción pasa a ser un hecho determinante en su historia, cada vez que necesite dinero, desde comprarse una casa hasta un par de cordones para sus zapatillas va a pensar en el día en que devolvió 4,5 millones de pesos. Va a arrastrar este fantasma hasta que muera, pensando en lo mucho que le hizo honor a su apellido.
Bien hecho Gil.

Ahora, la pregunta de los 4,5 millones: ¿Ustedes devolverían semejante suma de dinero o se lo quedarían?


Fuente: Vi la nota en el noticiero y acá en Clarín.com

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