En las Puertas del Cielo

7 comentarios
Por: | En:
16 abril 2010

Puerta en el Cielo con NubesMartín era un hombre muy confiado y decidido. A pesar de sus casi cuarenta años, todavía conservaba rasgos de edades pasadas no superadas. Era una persona muy reaccionaria, de temperamento fuerte y carácter impaciente, cada vez que surgía algún problema o conflicto, él empezaba una discusión hasta que él mismo deseara terminarla. Siempre se llevaba la última palabra de la riña. Argumentaba altanero que él imponía su verdad y la gente debía escucharla.
Un día entendió que hay maneras de decir la verdad y no es cuestión de gritársela o insultársela en los oídos a tus oyentes. Fue cuando, a su parecer, tuvo una genial idea: disculparse al día siguiente cada vez que no pudiera controlar su mal carácter. Así pasó su vida.
Finalmente una noche, meditando, algo aburrido y exhausto de la monotonía decidió suicidarse. Una bala cruzó esa mente. Pronto se encontró ante las puertas doradas del cielo —Martín era lo suficientemente cristiano.
—¿Puedo entrar? —Preguntó a San Pedro.
—Por supuesto, deberás esperar en aquella sala, junto a las demás almas —Contestó San Pedro.
Tuvo que sentarse en una sala de espera donde había cientos de almas, la habitación parecía infinita. Esperó durante mucho tiempo para ser recibido por Dios, todas las almas debían pasar por eso —las únicas que tenían privilegio eran las de los políticos, que aparentemente tendrían una. En alguna parte de la Biblia debe figurar.
Su espera rindió fruto y por fin se encontraba delante del Creador. Martín, arrepentido de su suicidio, no esperó ni un segundo para hacerse notar:
—¡Por fin me vas a atender Dios! ¿Cuánto tiempo esperé? —Preguntó con un grito desesperado.
—Unos quinientos años —respondió Dios formando un eco.
—Ah... En ese caso, que rápido pasa el tiempo acá arriba —Dijo Martín, confundido—. Necesitaba hablar con vos porque quería pedirte disculpas, se me fue la mano con el suicidio. Quería saber si podías perdonarme y mandarme abajo a vivir unos años más...
—Eso es imposible —respondió Dios casi riendo y explicándole el asunto—, puedo perdonarte para que vivas acá en mi fabuloso paraíso, pero no puedo devolverte el tiempo perdido...
—No te puedo creer, te pido disculpas para que me mandes allá abajo unos años más y ¿no lo podés hacer? Yo sé por qué, porque tarde mucho tiempo en pedirte disculpas ¿cierto? —Martín estaba desesperado, las cosas esta vez no resultaron a su manera.
—No hubiera cambiado en nada, es algo que no puedo cumplir a nadie. Pero acá arriba tenemos todo un paraíso y allá abajo pasaron quinientos años, te aconsejo que disfrutes el paraíso —Dijo Dios para darle fin a una conversación absurda.
—¿Estás seguro que no hubiera cambiado en nada que te pida disculpas el día siguiente a suicidarme? Eso seguro hubiera sido otra tema, seguro me perdona...
—No Martín —dijo interrumpiendo Dios.
—Es que —insistía Martín— Pedro me dijo que espere en la sala de espe...
—No.


7 Comentarios

Este cuento debe tener más de seis años. Sepan disculpar... XD
Pasa que revisando Cd's de Back Up viejos lo encontré (entre otros mejores que quizás publique) y "se me dio" por publicarlo, que se yo...
La imagen del cielo es una foto mía de cuando salté pasando las nubes... jaja Nahhh
Es un sencillo truco: dar vuelta la foto y redecorar el horizonte, no tiene mucho misterio... jaja

 16 de abril de 2010, 7:56 a.m.

Dise un viejo provervio chino (¿o era japonés?), que si arrugas una hoja de papel, y luego intentas alisarla, nunca quedará igual que al principio. Y esta verdá es tan grande como er universo. No vale con pedir discurpas una ves hesho er daño, pues las arrugas siempre quedarán impresas en er papel.

Me gusta er cuento por eso mismo, porque ilustra mu bien que este comportamiento de dañar y luego resarcirse (que disho sea de paso se utilisa musho, mushísimo en la actualidá) puede encontrarse con un límite er día menos pensao. Lo mejón es reflexionar las cosas y pensar antes de actuar, aunque ésto es mu fásil de desir, claro está. ¿Argún consejillo, compañero?

Un saludo y adelante, que este bló se pone cada día más interesante ;)

PD: ¿Cómo hases pa actualisar tanto, humano?

 16 de abril de 2010, 9:13 a.m.

Jaja Tal cual, las arrugas quedan y el papel ya no es el mismo...
Es justamente a lo que quería llegar y me encanta que se haya entendido (de hecho creo que es bastante explicito el mensaje :P)
Pero sí, no vale con andar mandandose una cagada tras otra con feas actitudes y después pedir disculpas. Pienso que una que otra vez nos puede pasar, se nos puede ir la mano y demás... Pero si la actitud se repite, al carajo, esa persona no sirve ni para mierda...

Consejos no puedo dar. Creo que siempre que mantengamos un "equilibrio" está todo bien. A veces es mejor pensar lo que se dice y no decir lo que se piensa.

Me alegro que le guste como se está poniendo el blog, yo estoy contento porque estoy cumpliendo el objetivo que me propuse, publicar todos los días un post. (Por eso de mi falta de disciplina y regularidad)

Muchas Gracias y Saludos!!
(No tengo una puta idea como hago, tan solo sale... XD
Hasta yo me lo pregunto a veces, es que no estoy acostumbrado a publicar tan seguido... jaja)

 16 de abril de 2010, 9:44 a.m.
Anónimo

la escritura sale, solo cuando nos sentamos y fijamos nuestra mirada en el pasado.

 16 de abril de 2010, 12:16 p.m.

Ummm...
Sí supongo que muchas veces funciona así... Supongo que uno se basa en la experiencia al escribir (pues tampoco podemos escribir algo que desconocemos completamente, despues de todo)
Imagino que estas refiriendote a la inspiración y ahí sí, creo que estamos muy de acuerdo...
Aunque luego lo pienso un poco más y encuentro que pensar en el futuro (a modo "esperanzador") también aporta su buena cuota de motivación (si no la más de las veces...)

Saludos!!

 16 de abril de 2010, 12:53 p.m.
Anónimo

oseaaa noceee

 15 de mayo de 2010, 7:23 p.m.

What?

 15 de mayo de 2010, 7:28 p.m.
Publicar un comentario

Cualquier cosa que tengas para decir vale...
Aunque cualquier tipo de SPAM descarado será eliminado inmediatamente.

Creative Commons License