Modales, Educación y Convenciones.

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01 junio 2011

[Boca llena, cabeza vacía]Si bien soy un tipo medianamente educado, en ocaciones me pregunto por qué los seres humanos tenemos tantas reglas para realizar tareas cotidianas que no merecen tanta atención ni exigencia. Lo primero que viene a mi cabeza es el ritual para el almuerzo y cena, hay tantas formas distintas para comer que resulta ridículo, desde la brutalidad aparente de hacerlo directamente con nuestras propias manos hasta doce cubiertos y servilletas ubicadas delicadamente en el regazo. Para graficar esto vale el piropo callejero (poco romántico, por cierto): «Está más buena que comer el pollo con las manos»
Hay pasos a seguir impuestos culturalmente que nos prohíben ciertas conductas a la hora de sentarnos a comer y tantas otras situaciones a las que nos enfrentamos como ciudadanos en una sociedad.
Yo creo que en Argentina esto no se hace, pero como lo veo mucho en peliculas extranjeras debo suponer que hay gente en el mundo que sí lo hace: Me refiero a rezar y dar las gracias a algún Dios antes de comenzar a comer. Jamás presencié esta escena en persona, pero de tocarme, debería esperar que realicen estas cuestiones religiosas por más ateo que yo sea y por más hambriento que yo me encuentre; sería una completa falta de educación que yo diga «Que rico estuvo todo, me llené» mientras los demás dicen «Amén». Y no precisamente para darme la razón a mí, sino por haber terminado su oración religiosa para dar comienzo al banquete.
De todas formas voy a dejar cuestiones religiosas de lado, pues debo necesariamente saltearme el judaísmo, islamismo y demás ya que no son cercanas a mi cultura y me temo que poco entiendo. Además debo ser sincero (por más que ofenda a alguien), me resultan muy ridículos muchos de sus preceptos culinarios, fundamentalmente la comida Kósher.

El nivel de civismo de una persona es proporcional a las vueltas y artimañas que haga antes de comer un bocado. Eso es cruel, hombre. Es decir, cuanto más se prolongue la ingesta del alimento, más educado será el comensal. Por otra parte, nos encontramos con que las porciones son pequeñas, pues lo importante es degustar y provocar al gusto, complaciendo nuestro paladar, produciendo fino placer, en lugar de llenarnos el estomago cayendo a las bajezas que significaría dar placer a un órgano tan infame. ¡Pero yo tengo hambre, quiero comer!
Cubiertos de acá, allá, copas para esto y aquello, entremeses, servilletas, manteles, platos, botellas, envases, jarras, posiciones, codos debajo sin apoyarse en la mesa, correcta ubicación de la silla, levantarse frente a una dama, acercarle la silla a la dama, postura correcta y erecta, no decir obscenidades ni hablar con tono vulgar o sobre temas delicados, no eructar ni hacer otras necesidades corporales mucho menos agradables, escuchar atentamente, mantener el dialogo pero sin hablar con la boca llena ni la cabeza vacía.


4 Comentarios

El acto de comer va mucho más alla de satisfacer una necesidad primaria. Ha evolucionado hacia un evento social, de disfrute tanto de la comida como de la compañía, y debido a este caracter social seguimos una serie de convenciones. ¿Comemos de la misma forma cuando lo hacemos solos qué cuando lo hacemos acompañados? Probablemente seamos un poco más guarretes cuando comemos solos.

 2 de septiembre de 2011, 11:29 a.m.

Jaja tal cual... Muy buena observación!!
Yo creo que también, nos "descuidamos" bastante, demasiado cuando comemos solos... Habría que experimentar un poco con eso y ver qué pasa si comemos frente a un espejo, a ver si corregimos algunos detalles que descuidamos cuando comemos solos... Solo por diversión :P

Luego claro, es un evento social, como muy bien decís... Se disfruta de la compañía, el alimento, la preparación y todo un ritual que aveces se exagera un poco, por qué no decirlo.
Hemos dejado de ser los carroñeros de hace tantos miles de años... :P

Saludos y gracias por el comentario!!

 9 de septiembre de 2011, 12:59 p.m.

Habría que practicar un poco en casa, porque si no,al hacerlo en un evento social, seguro que se te cae un trozo de postre en la corbata, o te queda un perejil entre los dientes....jajajaja.

 19 de septiembre de 2011, 1:30 a.m.

Jaja bueno, supongo que tendríamos que acostumbrarnos a cuidar ciertos "detalles" cuando comemos solos para que no nos pese tanto cuando tenemos que hacerlo en publico =P
A veces uno se incomodo cuando come frente a mucha gente y termina enchastrandose con salsa y ese tipo de cosas... jajaja

Saludos!!

 19 de septiembre de 2011, 12:31 p.m.
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