El Mundo al que...

Dietas y Dietas

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Luego de la muy breve y simple introducción que hice antes, ahora quisiera introducir el término ironía en toda esta situación. Mientras toda esa gente muere de hambre, en otro lugar del planeta otra gente muere de sobrepeso. Mientras mucha gente camina desnutrida sin fuerzas, mucha otra gente sigue dietas estrictas para bajar de peso. Mientras en tantos países se tira la comida, en tantos otros escasea. Mientras algunos se quejan de que no le entra la ropa por estar «gordo», otros no tienen ropa que ponerse.
Entonces, ¿por qué ironía y no catástrofe? Bueno pues, porque el mundo funciona así. Desde las primeras monarquías y aristocracias hasta la burguesía y el neoliberalismo. Podría decirse superficialmente que en la naturaleza vale la «ley del más fuerte» y en la cultura la «ley del mercado». Hubo, hay y seguirán apareciendo intentos para cambiar esa realidad, pero el mundo está en marcha hace rato, así funciona.

Arte con comida:

Siguiendo con las ironías (que las hay por todas partes) el otro día comentaba en un articulo en el blog Panoramica del Observador (que fue lo que me llevó a escribir sobre este tema) y al rato de quedarme pensando sobre la situación actual del mundo me encontré con este otro articulo que relata y festeja el arte de Carl Warner, colocando fotos de sus trabajos. En realidad es una genialidad, bien pensado y bien elaborado, pero eso no quita el hecho de tratarse de desperdiciar alimentos. Dejo en claro que tomo esto como ejemplo, que es bien gráfico, de todo lo que representa hacer cualquier tipo de arte con la comida y eso también incluye la «Alta cocina»
Ahora bien, la parte en donde cambiamos dinero por «cosas» (alimentos inclusive, desde ya) quedó bastante clara. Nada prohíbe que este buen hombre realice su arte con pan, fiambres, verduras y demás. Él lo único que está haciendo es adquirir esos productos, porque puede, luego él decide si comerlos, hacer arte o arrojarlos a los actores de una mala obra de teatro. El mundo funciona así, uno compra las cosas que puede y quiere, luego hace lo que desee con ellas. Algunas de esas cosas van a estar prohibídas, por ejemplo: no puede comprar un revolver y salir a matar gente al azar por la calle. Sin embargo, sí puede ir a comprar 1 kilo de carne y tirarlo a la basura en cuanto llega a su casa. Nada en el mundo se lo impide porque pagó por ello. De esta misma forma se puede hacer arte con un kilo de carne, aun así me resulta un despropósito. Sigue siendo una ironía igual que las otras, pero lo veo más grave aun; es decir, se pone de manifiesto lo mucho que desperdiciamos los alimentos y se deja registrado con el frío lente de una cámara el desparpajo de un artista de «primer mundo».
De todas formas ¿podemos maltratar al artista que hace este tipo de cosas? ¿Acaso el mundo no se nos presenta así?

Hipocresía:

Cada persona se interesa por sí mismo, quienes lo rodean y quiere, luego siempre queda un resto altruista que nos hace preocupar por el mundo «fuera de nosotros». Es la misma preocupación que hace que yo y otros tantos escribamos este tipo de cosas. Luego otros se involucrarán más, convirtiendo en hechos y accionando sobre esa realidad que quieren cambiar.
No creo que sea justo recriminarme y tildarme de hipócrita que yo me preocupe por la gente que muere de hambre en el mundo mientras lo escribo cómodo en mi computadora con internet. Es parte de las ironías de como funciona el mundo, lo reconozco y sigo adelante. Yo no voy a dar mi vida por salvar a un niño en África, otra gente sí lo hace y me parece muy bien. Pero eso no basta, hay toda una maquinaria que debe ponerse en movimiento para que esa ayuda solidaria no sea meramente paliativa, ahí es cuando entra en juego el discurso neoliberal. A este discurso no le preocupa el paludismo, existe una estructura que funciona económicamente muy bien, poniendo en movimiento una macabra dinámica en donde los que se benefician son un puñado de grandes multinacionales. Países debilitados pueden ser fácilmente extorsionados y ocupados para distintos fines militares. Cuestiones que escapan y pasan muy por arriba del mero hecho de que una persona muera de hambre. Esto es muy cruel, como lo es también morir de hambre, hasta aca ¿alguien se pudo imaginar el dolor y crueldad que debe significar morir de hambre? Me resulta imposible siquiera pensarlo.

La comida vale oro:

Otra ironía que nos presenta el lenguaje y el valor de las cosas es la expresión: «vale oro» para denominar que algo es valioso, importante, etc. El oro ha sido, es y probablemente siga siendo el metal más preciado. Muchas riquezas se miden en oro, las reservas de muchos países son toneladas de oro. ¿De dónde proviene pues su valor desmesurado? De su limitada cantidad en el mundo. Es una suerte de pacto histórico-social-económico remitirse al oro como magnitud de valor.
Por eso hoy puede darse la frase «la comida vale oro». No solo a nivel metafórico, sino que ha comenzado una acentuada tendencia desde hace unos años a la escasez de alimento a nivel mundial. Como cualquier otro producto, si la oferta no puede satisfacer la demanda, su precio sube.
No deja de ser irónico que con un gramo de oro puedan comprarse muchos kilos de algún alimento. Si vieron «La lista de Schindler» recordarán la famosa escena en donde el mismo Schindler se lamentaba con lagrimas en los ojos, sosteniendo un broche de oro mientras decía: —«Una persona, con este broche podría haber salvado la vida de otra persona»
Lo mismo vale para la actualidad, con un broche de oro se podría salvar la vida de una persona desnutrida. Claro que sería meramente paliativo, no es una solución, pero no deja por eso ser menos cierto. ¿Hay que recriminar a la gente que usa joyería de oro o diamantes? ¿Somos conscientes de las condiciones que trabaja la gente para que se obtengan ínfimas cantidades de estas materias?

Aclaraciones:

La fotografía es propiedad del artista Carl Warner. Lo único que hice fue añadir la imagen de un chico famélico, tristemente famoso (con un programa de edición de imágenes). No es mi intención insultar al artista ni despreciar su arte. El dinero que gastó en la comida para hacer esos paisajes posiblemente haya sido menor que el dinero que hubiera gastado en los materiales «tradicionales». Además el proceso para hacer este tipo de «esculturas» demora unos días, es alimento perecedero y por tanto no es comestible. En lugar de comprar un pincel él gastó ese dinero en fiambre y demás, el gasto hubiera sido el mismo. insisto, así funciona el mundo.
Como tal, resultaría imposible realizar nuestra vida cotidiana si tuviéramos los problemas de la hambruna mundial presente a toda hora. Sin ir más lejos esto mismo, internet, no sería posible si los que idearon toda la estructura necesaria hubieran pensado en la gente que muere de hambre. No hay manera de reconciliar ni comparar nuestra forma de vida con aquellos que no tienen qué comer en el día a día. Es imposible. Esta forma de vida altruista «al extremo» no es posible por muchas razones, pero principalmente porque debemos hacer otras cosas para permitirnos comer nosotros mismos, por eso se fabrican desde lavaropas hasta cohetes espaciales, por más ridículo que suene que como raza humana hayamos ido a la luna más de una vez, mientras otros morían y siguen muriendo de hambre.
Como lo que estoy haciendo no es criticar, sino tan solo señalar dónde aparecen las ironías, resulta necesario que un cohete llegue a la luna para que el mundo siga funcionando como lo hace. Luego sí, podremos analizar: ¿Estas ironías en realidad no terminan por convertirse en paradojas, del hombre hacia el hombre?

Es un tema delicado, altamente complejo y no puede tomarse a la ligera. Por eso intenté mantenerme tan solo dentro del concepto de ironía que atraviesa íntegramente este tema.