La Résistance

2 comentarios
Por: | En:
24 abril 2010

Esvástica tachada con cruz de LorenaLa miró como si fuera la última vez y lamentablemente esa sí sería la última. La Gestapo irrumpió en el lugar, bastó tan solo una bala para acabar con todas sus esperanzas y la vida de ella.

Escondidos en ese bunker, formando parte de "La Résistance" habían soñado como sería su vida juntos. Libres, sin tener que refugiarse y esconderse de las persecuciones constantes del nazismo y sus fuerzas coercitivas, como la Gestapo, que siempre estaba pisando sus talones. Habían vivido tiempos hermosos juntos, muy a pesar de la realidad que les tocaba vivir, ellos habían encontrado la forma de ser felices o al menos lo intentaban. Además formaban parte de una familia aún mayor: "La Résistance". Así se hacía llamar la organización que contenía emocional y simbólicamente a todos los perseguidos y revolucionarios integrantes, que no contentos con la realidad que les mostraba el mundo por parte de los Nazis, combatían día a día contra sus reglas e imposiciones. No es para menos, se trataba de una guerra inacabable pero debajo de la superficie, como si se llevara a cabo por debajo de las ciudades y nunca afloraran a luz los verdaderos acontecimientos. Dentro de "La Résistance" podían encontrarse judíos, homosexuales, gitanos y personas de distintas etnias, entre otras tantas marginadas por la sociedad, como por ejemplo las que tenían distinta ideología. No era una organización con un lugar físico, no era un lugar concreto al que el hombre pueda llegar con sus armas; era un lugar simbólico, espiritual, si se quiere. Estaba al alcance de todos aquellos que pudieran abrir los ojos y atreverse a enfrentar el sistema de forma activa. Claro que no era nada fácil, muy por el contrario y para peor, cada vez era más complicado y resultaba mera utopía creer que podía cambiarse el actual estado de cosas. Pero aún así ellos lo intentaban, se sentían refuagiados en la idea de pertenecer a "La Résistance". Por todo el planeta había grupos de compañeros y hermanos, luchando en una guerra que nunca tendría fin y que el mundo vio con ojos conformes terminar en 1945. Nada más alejado de la realidad.

Cuando la Gestapo ingresó abruptamente al bunker todos estaban desprevenidos, fue un golpe sorpresa que arrasó con casi todo el lugar. Frente a tan repentino ataque él solo pudo verla morir y resignarse a la muerte. Se dejó caer de rodillas, casi esperando que la próxima bala impacte en su cabeza. Pero la suerte así no lo quiso. Henri, su amigo y compañero, lo tomo del brazo justo a tiempo para huir de esa masacre. Pudieron correr por túneles subterráneos hasta poner sus vidas a salvo. Llegaron, luego de deambular por la fría noche parisina, al otro bunker más cercano de "La Résistance". Donde luego de calmarse contaron lo sucedido a sus compañeros de causa.
La situación era cada vez más difícil y se tornaba imposible confiar hasta entre ellos mismos, dado que llegaron a la conclusión de que necesariamente tuvo que haber un soplón dentro de su grupo que avisó a la Gestapo su exacta ubicación y cuándo sería el mejor momento para atacar, dado que todavía no era de madrugada, hora habitual en que se realizaban las redadas.
Trataron de dormir, mas no pudieron, resultaba imposible hacerlo luego de la matanza que habían presenciado. Junot Robespierre metido en la bolsa de dormir y compartiendo la habitación con muchos nuevos compañeros comenzó a pensar en ella, el amor de su vida.

—¿Notaste que soy la única judía del grupo? —decía Marie Jeanne— Y somos un grupo grande, unas cuarenta personas.
—Sí —contestó Junot riendo— sos la única.
—¿Por qué te reís? —preguntó ella— ¿Acaso no es cierto?
—Sí querida, me río porque no solo sos la única judía, sino que sos la única persona que haría esa rara observación.
—Bueno —respondía sonrojada Marie Jeanne—, de todas formas es una observación válida, al menos a mi me resulta extraño. Además eso quiere decir tristemente que cada vez somos menos.
—No lo pienses así —decía Junot—, seguramente en otros grupos habrá más. Da la casualidad de que en este seas la única, pero no en todos será así. Te lo aseguro.
—Tal vez tengas razón, pero no deja de sorprenderme.
—Es lógico, sentirte así, sola. Pero me tenés a mi. Nos tenes a todos nosotros. "La Résistance" es mucho más grande de lo que nos podamos imaginar, debe haber miles de judíos repartidos por el mundo luchando por nuestra causa, no te preocupes, volvé a la cama —le decía Junot tratando de tranquilizarla y animarla, como cada vez que ella intentaba bajar los brazos frente a la adversidad, no era tan fuerte como él.
—¿Te imaginás —preguntaba Marie Jeanne volviendo a la cama— qué hubiera pasado si Heisenberg no construía la bomba atómica para los nazis? ¿Qué hubiera pasado con el mundo entonces?
—No tengo idea Marie —suspirando contestaba él— seguramente el mundo sería un lugar maravilloso, donde todos vivirían sus vidas tranquilos, más allá de sus ideologías, creencias o color de piel. ¿Un mundo sin nazismo y tanta basura? Cuesta imaginarlo, pero por eso luchamos día a día. Por eso "La Résistance" está todavía en pie y más fuerte que nunca, soñando con que algún día Marie, algún día todo esto acabe y podamos vivir en paz y libertad.
—Me encantaría que eso pase algún día, quiero que tengamos hijos y verlos jugar en las plazas, crecer y divertirse con sus amigos del colegio —decía Marie Jeanne mientras miraba el techo resignada—, lo veo tan lejano a todo eso.
—Vamos a dormir y soñar con eso, vamos a soñar que algún día todo esto va a terminar bien —decía Junot mientras le daba un beso de buenas noches. Esa noche durmieron como si el resto del mundo estuviese ausente.

Por eso era tan difícil para Junot ahora. Él finalmente había bajado los brazos, ya no la tenía a ella, su motor, la persona que hacía que se levante cada día con más fuerza, para resistir e intentar cambiar el mundo.
Como nadie podía dormir en la habitación y al notarlo, Junot preguntó si había algún judío en este nuevo grupo de compañeros. Uno que se encontraba cerca le dijo que había en total quince judíos en el grupo. Junot sonrió e intentó volver a dormir.




2 Comentarios
Anónimo

muy bueno me gustarian mas historias de éste tipo, saludos
ugo_mg@yahoo.es

 24 de agosto de 2011, 9:22 p.m.

Muchas gracias!! Me alegro que te haya gustado...
No está en mis planes por ahora escribir algo de este tipo, pero disfruté escribiendo esto, así que en cuanto lo haga nuevamente prometo enviártela por mail ;)

Saludos!!

 25 de agosto de 2011, 1:08 p.m.
Publicar un comentario

Cualquier cosa que tengas para decir vale...
Aunque cualquier tipo de SPAM descarado será eliminado inmediatamente.

Creative Commons License