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Mesmerismo: Una Cuestión de Fe

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Franz Mesmer (1734-1815) era un medico alemán, famoso por inducir un estado de trance, denominado «mesmerismo», como método de curación. En 1772 afirmó que existía un poder semejante al magnetismo que ejercía una extraordinaria influencia sobre el cuerpo humano. Lo llamó «Magnetismo animal» y proclamó sus virtudes curativas. Por otra parte Mesmer ayudó al surgimiento de las técnicas modernas de hipnosis y puede decirse además que Freud tomó la idea de transferencia del mesmerismo.

Concepto de salud y enfermedad

Mesmer entendía que el universo estaba lleno de un fluido sutil ubicado entre el hombre y el cosmos. Entonces una mala distribución de este fluido era el responsable de la enfermedad (cualquiera), es decir un desequilibrio en la armonía de la persona. Pero late en todo ser humano una fuerza salvadora intima, la apetencia de salud. Un impulso instintivo y vital, la voluntad de salvación. Será deber del médico provocarla.

Etapas del poder curativo

Mesmer creía que la fuerza curativa provenía del hierro magnético. Por ello para la curación aplicaba dos imanes a su paciente. Su objetivo era que el misterioso fluido atravesase en circuito cerrado la totalidad del cuerpo restableciendo así, por flujo y reflujo, la desequilibrada armonía. Cualquier enfermedad «se curaba» con el imán.

Tecnica

Utilizaba una baqueta (una especie de balde) que contenía limaduras de hierro imantadas alrededor de las cuales se sentaba el paciente. Los pacientes no recibían trato individual, sino que se ubicaban alrededor de la baqueta. La terapia consistía en un ritual, muy teatral. Se pasaba de la armonía a la excitación extrema y extraña. En ese momento de extasis y descontrol aparecía Mesmer y con un chasquido de sus dedos los pacientes se relajaban y luego terminaba la sesión.
Vale decir el doble sentido: Era cuestión de Fe.

El Médico

El magnetizador emplea una serie de manipulaciones transferenciales con los cuales provoca la crisis convulsiva en sus pacientes. El objetivo es llevar la dolencia a su punto máximo a la crisis y al espasmo. Era necesario llegar a este punto de crisis para provocar la curación.

Hacia 1775 Mesmer reconoce que no es el hierro magnético el que obra sobre los pacientes, sino que es la propia mano del médico la que ejerce la curación. Así, magnetizar ya no es tocar o influir con el imán sino dejar obrar sobre los enfermos esa misteriosa energía humana (la animal) que se desprende de los dedos. A partir de esto afirma «De todos los cuerpos de la naturaleza, es el hombre mismo quien con más eficacia obra sobre el hombre».
Sin sospecharlo desde 1776 pone en práctica los métodos sugestivos e hipnótico.

Quería hablar sobre Mesmer porque hace un par de días (el 8 de octubre) hubo en la blogosfera una iniciativa mediante la cual escribimos en nuestros blogs sobre la fe. Por alguna razón vino a mi cabeza la idea de hablar sobre este método porque cuando tuve que estudiarlo (para una materia de la carrera de psicología) se me ocurrió el chiste de que: Era cuestión de Fe. Fe es el símbolo químico del hierro y el concepto basto que implica creencia, confianza y tantos otros significados que le damos al referirnos de Fe. Se que es un chiste facil y tonto, pero al igual que las reglas mnemotécnicas ayudan a uno a estudiar y recordar cosas.

La fuente es un apunte hecho por mi para la materia DHEP 1 (Desenvolvimiento Histórico Epistemológico de la Psicología I). No recuerdo quién era el autor, prometo buscarlo. Pero aclaro que no toqué la Wikipedia para escribir este post.