Sin duda Google merece su propia categoría dentro de internet. Es "la" herramienta por excelencia. Internet tiene todo, sí, pero es Google el que dice dónde encontrarlo. Podría compararlo con algún otro buscador, pero la calidad es abismal. Altavista no se queda atrás, pero muestra enlaces patrocinados que nada tienen que ver con lo que se busca y no discrimina de la misma manera los resultados más importantes (que tendrían que aparecer primero). El buscador de Yahoo! lo descarto rotundamente, no sirve para nada.
Digamos entonces, Google es una maravilla, ofrece todo lo que tiene internet en menos de un segundo y a un click de distancia. Hagamos entonces una pequeña y estúpida investigación al mejor estilo cuantitativo: (Palabra clave - Resultados)
Si esto lo analiza algún fanatico de las ciencias exactas encuentra que Google es más importante que la vida, la muerte, el amor, el mismo internet y sí, lo más importante del universo (Aclaro que no estoy hablando en serio)
Altavista arroja más resultados para "Internet", (y más alla de la calidad de los resultados, que estuve comprobando personalmente uno por uno) supera la cantidad de resultados para "Google", pero en relación no hay grandes diferencias.
Ahora, esta octava maravilla del mundo moderno, ¿tiene algo de malo?
Hasta a mí me hace dudar que algo tan bondadoso e inmaculado pueda tener algo malo.
Pues bien, si lo tiene.
Estuve refiriendome a Google como la herramienta que nos proporciona información, enlaces a todo internet y demás. (Y en más de una ocasión tuve que correjirme, ya que lo trate como si fuera una persona)
El punto es que nos olvidamos (y no se hasta que extremo punto) que detrás de esos enlaces que nos brinda Google, esas páginas que aparecen, toda internet y demás; digo, detrás de todo ese mundo virtual hay personas, gente, como vos y yo. Yo, vos, hacemos a Google, le damos forma. Detras de cada página hay una persona, o más. Nos olvidamos rápidamente de esa impactante realidad.
—¿De dónde sacaste eso?
—Del Google (o en el "mejor" de los casos de Internet o Wikipedia)
Pues bien, tengan presente que hay gente adelante y detrás del monitor.
Hay un segundo momento: Cuando no sabemos algo, lo buscamos en Google. Cuando desconfiamos de nuestra memoria también. Cuando conocemos algo vagamente, también. Cuando sabemos algo, buscamos confirmarlo. (Al menos en mi caso y no creo ser el único)
Esto me recuerda (y antes de llegar a mi conclusión) a mis maestras y preofesoras que insistían en que no use calculadora, a quienes jamás hice caso, lo mal que hice.
Por ejemplo: Tengo una calculadora en la mano y me preguntan:
—¿Cuánto es 133 + 78?
—Pim pim pim (automaticamente utilice la calculadora en vez de razonar una cuenta tan elemental y estúpida) 211.
¿Tanto me hubiese costado razonar? 2 o 3 segundos más, a lo sumo. Pero es un hecho, tenía una calculadora cerca. Es un enorme empobrecimiento de mis facultades mentales.
Lo mismo ocurre en estos casos con Google, buscamos apoyarnos en él antes que confiar en nuestra memoria, así vamos perdiendo. Y mucho, sin darnos cuenta...
En una primera impresión parece que estubiera exagerando, pero no. Detenganse un momento a pensar las últimas cosas que buscaron, es muy probable que no haya sido falta buscarlas por internet.
De hecho lo primero que salta a la luz es: "Y... viejo, ¡pero me facilita la vida!"
Al carajo, es una costumbre que te empobrece enormemente.
Estas buscando lo que te falta...
...Lo que te falta...
...Me suena eso...
...Me falta...
...Lo deseo...
Ya es tarde para mí, no tengo slavación (¡si seré apocalíptico!)
El tema reside en no acostumbrarnos a acostumbrar a los demás en esta costumbre.
Es decir, si mi hermana me pregunta algo, trataré de buscarlo en algún libro, razonarlo junto con ella, consultarlo con otras personas, etc. (Que definitivamente no es lo mismo que buscarlo en el Google)
Más aún, tampoco estoy haciendo mención a los casos patologicos, hipocondríacos, paranoicos, neuroticos obsesivos, etc. etc. Que acuden a internet para consultar cosas que indudablemente no son para consultarlas en internet.
Yo, por mi parte soy de los tarados que lo usan en promedio de 1 a 10 veces por día.
¿Soy un fanático del Google? Sí. ¿Y usted?