Ya dejé en claro que el final de una historia es de las cosas que más me interesa, particularmente. A muchos seguramente le sucede lo mismo.
Por eso, creo fundamental pensar en finales alternativos. Dos, tres o hasta cuatro. Si tenemos el final claro, quizás no sea tan necesario pensar otros. Quizas la razón de nuestra historia se debe al final que se nos ocurrió en un principio. Pero nunca está demás escribir más finales, al menos pensar otros posibles. Quizás nos encontremos con uno mejor que el que habíamos establecido en un principio. O sencillamente cuando luego desarrollemos todo el guión no nos convenza aquél mentado final.
No creo que sea perdida de tiempo, al contrario. Tampoco es para pasar el día buscando finales alternativos, pero es muy buena idea hacerlo. Al menos hacer la prueba, quizás obtengamos algo mejor o peor, no interesa, llegado el caso descartaremos los que no nos gusten y tendremos "a mano" otras salidas para la historia.
Sin ir más lejos, hay películas en las que filman y producen enteramente estos finales alternativos. "The Butterfly Effect" tiene cuatro finales en total, por ejemplo (Y por suerte dejaron el que vemos en la cinta original)
O como en el video, el final alternativo de "Terminator 2" (no pude conseguirlo subtitulado, pero se entiende) ¡La cantidad de millones que le hubieran cagado hecho perder a Hollywood de haber dejado ese final! (Pues no podrían haberse hecho secuelas)
Siguiendo con el mismo
ejemplo que tomé para esta sección:
- Del post anterior había quedado la secuencia en donde un soldado introduce un caño en su boca y luego se oye un disparo. Así da comienzo a la historia. Al final retomaríamos esa escena y veríamos que en realidad se arrepintió a último momento y se disparó torpemente una oreja. se deja caer al suelo llorando. Entonces el protagonista se salva. "The End". Todos contentos.
- El protagonista sí acierta el disparo y queda muerto tirado en el piso. Todos lloran.
- De hacer el Brainstorming se me ocurrió otro final. En éste todos mueren. Al otro día otro pelotón de soldados registra la zona, se ven los cuerpos esparcidos por el terreno, pero muertos por no haberse abierto los paracaídas de ninguno. Uno de esos soldados (del nuevo pelotón que registra la zona) dice "no sobrevivieron a la caída", por tanto la historia queda como algo surrealista y con un final loco (al estilo de "The Shining") Hasta jugando con el titulo: "Fantasmas de Guerra". Pues en principio "fantasmas" supone algo así como "miedos que provoca la guerra".
Por tanto la historia del grupo en la cabaña sucedió en un lugar que ni yo puedo explicar. Todos confundidos.
En fin, en este caso aplica el
"Más vale que sobre y no que falte".
Si le contamos la idea a algún amigo de confianza y no le convence el final, podríamos contarle otros que hayamos pensado. Si aún sigue sin gustarle ningún final,
lo mandamos a cagar ignoramos y escribimos el guión igual, tampoco es cuestión de que le guste a todo el mundo...
Una muy buena manera de ir organizando nuestro guión es escribir las escenas en tarjetas de 9 x 15 cm. Es decir que lo que tengamos hasta ahora, las ideas "claras" o acciones que queramos incluir en el guión las distribuyamos en pequeñas tarjetas.
Es muy útil cuando no encontramos una buena forma de desarrollo de la historia, o nos parece demasiado lineal, puesto que seguramente siempre estamos pensando sobre una linea de tiempo unidireccional y eso nos obliga a caer, en muchas ocaciones, a no salir de las pautas temporales de sucesos.
Estas tarjetas nos permiten "salirnos" de esa forma de pensar y "acomodar" de una manera más atractiva la historia que contemos.
La idea de usar estas tarjetas es utilizado por muchos guionistas y generalmente lo que hacen es barajar las tarjetas y ver los resultados. Buscan inspirarse mediante puntos de vistas azarozos. Es un muy buen metodo si caimos en algo que no nos convence mucho.
Otra manera, igual de buena, es ubicarlas en una mesa amplia o en el suelo y buscarle un orden según nos parezca. Intentar combinando distintas escenas y probando hasta dar con algo que nos guste.
Esta claro que no irá todo el guión por escrito en estas tarjetas, sino solo aquellas significativas y que podrían tener un "punto de quiebre" sobre la historia.
Podría tomar la escena final y colocarla al principio por ejemplo. Entonces tranquilamente podría empezar por el final: (o una de las últimas escenas pensadas anteriormente)
Un soldado desesperado en medio de la noche, perdido en un bosque introduce el caño de un revólver en su boca. Fade to black. Se oye un disparo. (Si fuera un cómic sería una viñeta en negro con la onomatopeya de disparo "Bang!")
Después seguiría otra tarjeta dando inicio a la historia.
("Una semana atrás") En una casa de un pueblo, un joven se despide de su familia para ir rumbo a la guerra.
Los resultados pueden ser sorprendentes, pero para eso hay que probar distintas combinaciones y abrirse a distintos rumbos que pueda tomar la historia. De nada vale hacer estas tarjetas si nos fijamos en una idea y no abrirnos nuestra mente para nuevos resultados que pueda darnos la misma historia que pensamos.
Si hay algo que le ocurre a cualquier escritor, sea profesional o no, lo haga por placer o trabajo, porque está enamorado escribiendo una carta de amor o tan solo tiene que escribir la lista de compras para el supermercado; digo, si hay algo que le ocurre a cualquier escritor es lo que se denomina tan bellamente como: bloqueo mental.
El bloqueo mental vendría a ser, para expresarlo de otra forma, como un bloqueo creativo. Las ideas dejan de fluir, la motivación e inspiración no son las mismas, hasta prácticamente nulas. Mente en blanco, bloqueo de escritor, parate, sin capacidad de escribir, desmotivado, entre tantas otras formas de decirlo.
Tarde o temprano caemos en un bloqueo y sencillamente no podemos o no queremos escribir. Es de las cosas más difíciles de afrontar, puesto que va en contra de lo que supone ser nuestra satisfacción: escribir.
Para quien no entienda la magnitud de este gran problema, puede hacerse este símil: Se siente igual que una persona siendo deportista se lesione. Con la salvedad de que al deportista le darán un tiempo aproximado de recuperación, los pasos que debe seguir para la rehabilitación y demás. Al escritor lo dejan desnudo en medio del bosque. No hay nada que hacer.
Hay consejos que pueden darse en estas amargas situaciones y lo primero es respirar hondo y relajarse.
Como la idea es relajarse y pensar sin pensar. Lo ideal es despejar la mente de aquello en lo que nos estamos concentrando, aunque parezca que nos estemos alejando del objetivo.
- Por ejemplo:
- Mirar TV. No para ver buen contenido necesariamente, de hecho el consejo sería todo lo contrario, ver cosas tontas que no requieran toda nuestra atención. Hacer zapping. Eventualmente chocaremos con alguna imagen, algo que vimos o que escuchamos. En nuestra cabeza hacemos un "click" y de la nada comienzan a fluir ideas.
- Jugar a algo que no demande mucha concentración. Algo así como algún juego de naipes, "el solitario" predilecto favorito. Algún juego en la computadora estilo arcade también podría funcionar.
- Al contrario de algunos, yo prefiero NO LEER en estos casos. Requiere concentración y atención a lo que uno lee. Y la cabeza se mantiene ocupada en representarse de alguna manera lo que leemos. Por tanto deja esa "vía" ocupada y no logramos la mentada relajación.
Aunque claro, la lectura debe ser habitual en nosotros si pretendemos escribir cosa alguna, creo que está demás decirlo.
- Salir a caminar o en su defecto caminar en el ambiente de trabajo, de un lado para el otro como un loco suele funcionar.
Como la idea es dejarse llevar y relajarse sin pensar demasiado en lo que nos preocupa, casi cualquier cosa que cumpla con este objetivo funciona. No por nada la empresa Google hace "jugar" a sus empleados cuando lo deseen, entienden que la mente debe relajarse para retomar el trabajo con nuevos aires e ideas originales.
Lamentablemente ni yo ni
nadie tiene una receta o formula para inspirarse.
El consejo más importante en estos casos es
no abandonar el proyecto totalmente. Es decir, aun cuando ya no se nos ocurra nada, todos los días deberíamos seguir agregando alguna linea, por escasa que sea, aunque no nos guste demasiado lo que añadimos. De esta forma mantendremos siempre presente el proyecto, obligando a la mente a estar atenta en eso. Cuando estemos caminando por la calle o sentados viendo televisión una semana después, una simple imagen puede hacernos retomar con todas las ganas ese proyecto al que creíamos desecho y olvidado. Pero para esto fue necesario
tenerlo presente todos los días.
Entonces lo mejor es no desesperarse, porque tarde o temprano retomaremos el ritmo y
el mundo volverá a ser un lugar maravilloso.
Es tal vez, una enorme obviedad, pero nunca esta demás recordarlo. Debemos informarnos bien antes de escribir, sobre el tema que sea.
Primero partimos del sentido común y de nuestros propios conocimientos, pero es muy cierto que podemos ir mucho más allá si nos lo proponemos. Pero para ir más allá es de suma importancia investigar y leer mucho sobre el tema que tratemos. Hoy lo tenemos por demás de fácil, así que no hay excusas. Creo que ni hace falta nombrar que (Google mediante) en internet tenemos mucho, sino casi todo lo que necesitemos para informarnos minimamente sobre lo que tratemos.
Lo mejor en este caso sería encontrar una pagina especializada en el tema que hemos elegido y no quedarnos siempre en Wikipedia.
Por otra parte es muy cierto que no hay que abusar de esta herramienta, porque podemos encontrar muchos disparates en la web y quizás terminar mal informados.
De principio, sirve cuanto menos, para no confundir fechas históricas y todo lo relacionado con el paso del tiempo y el hombre sobre este suelo.
El mejor consejo que he encontrado para esto es, al principio, escribir sobre lo que sabemos. Sobre aquello que nos gusta y conocemos. De esta manera "matamos dos pájaros de un tiro".
Por un lado escribir sobre lo que nos gusta no va a aburrirnos, de hecho, vamos a encontrarlo placentero. Por el otro vamos a saber de lo que estamos hablando, al menos tenemos una buena idea de lo que estamos contando.
Por ejemplo, si lo que te apasiona son los autos y el tunning. Lo mejor sería escribir sobre eso. Ahora, queda en las posibilidades de cada uno escribir algo bueno o algo como "Rápido y Furioso".
Luego de haberte ocupado de algo que realmente te haya gustado y medianamente conocías. Es hora de realizar otro paso y bien escribir una nueva historia o bien complejizar lo que ya hayas escrito ocupándote de otros temas que descuidaste por ocuparte tanto de aquél otro tema que tanto te gustaba.
La mayor torpeza que se puede cometer sería algo así como hacer que en la Edad Media se comuniquen con teléfonos celulares, que un griego antiguo se exprese como Descartes o ir en contra de la propia física.
Hablando en serio, muchos hacen actuar a personas de siglos pasados como si se tratara de una del presente. Hay que entender que eran otras culturas. O mismo cuando se cuentan historias de oriente, los hacemos actuar como si se tratara de alguien de occidente. Tal vez estemos en un mundo globalizado, pero nadie puede con las costumbres y si el caso es desarrollar algo en China habrá que estudiar esa cultura y no simplemente "ponernos en sus zapatos".
No funciona así, no hay mejor o peor. Por eso, otro consejo sería "desprejuiciarnos". Es decir, tratar en lo posible de olvidarnos de nuestros prejuicios hacia otras culturas e informarnos.
Luego, por supuesto, vendrá lo "distinto" a meterse en ese mundo. Insisto con esto de hacer cambios y complicaciones en lo que contemos. Pero lo cierto es que no podemos hacer cambios que resultarían absurdos o peor aún, tal vez esos cambios no resulten ser distintos para alguien que conozca sobre el tema que tratamos.
"No pueden hacerse preguntas sobre aquello que se desconoce" tiene mucho sentido en este caso. Vale decir, que para poder responder a las preguntas que nos surjan, debemos estar, al menos preparados y no simplemente responder todo desde el sentido común.
Una buena descripción de los personajes sirve mucho para los diálogos, ¿qué diría este personaje frente a esta frase?
En cine tenemos por ejemplo a Woddy Allen o a los hermanos Cohen, que describen increíblemente a sus personajes y los dotan de diálogos fantásticos. En cómics tenemos muchos ejemplos, como cualquier cosa que haya salido de la cabeza de Alan Moore.
En los libros creo que ya es otra cosa, porque generalmente se trata de una especie de monólogo dirigido a otro personaje, no quiero abusar de interpretarlo tan superficialmente, pero el objetivo es otro, porque falta la imagen y todo lo "poético" debe aparecer en letras. Al menos yo lo veo así, aclaro esto porque no quiero confundir a nadie.
¿Que hay películas basadas en libros? Sí, totalmente, pero deben ser adaptados a un guión cinematográfico.
A menudo se nos puede ocurrir un dialogo aún antes de haber pensado siquiera en una idea para la historia. El consejo sigue siendo el mismo, escribir cualquier cosa que pensemos que podamos utilizar en el futuro. "Los hermanos Marx" o "Abbott y Costello" seguramente primero pensaban la mayoría de sus diálogos y luego los adaptaban a la historia que contaban. Eso mismo hay que hacer en algunos casos (aunque lo nuestro no sea precisamente humor)
El video es la rutina cómica de "Abbott y Costello" conocida como "Who's on First" (Algo así como: Quién está en primera base) Quizás hoy la recordemos mejor porque en "Rain Man" hacen referencia a esta rutina.
Los diálogos son parte fundamental de un guión, demás está decirlo. El lenguaje y la forma en que nos comunicamos es lo que nos diferencia de los animales, mas allá de que pueda comunicarse algo mediante imágenes, eso también está demás decirlo.
Pero
"lo que dicen" nuestros personajes es de suma importancia. Y
un dialogo sin mucha sustancia termina resultando pasajero e indiferente.
Es en este punto donde empieza a separarse un poco la realidad de la ficción. Porque los personajes dicen exactamente lo que tienen que decir, sin errores, el dialogo cotidiano se limita a unas pocas lineas, porque es necesario que así sea. Es acá donde realmente se siente el limite espacio-tiempo, pues estamos contando
una historia que merece la pena ser contada. Y eso incluye lo que tengan para decir los personajes.
En este sentido puede ser útil repasar las lineas, luego de haber hecho el guión, pensando siempre
de qué otra manera "podría haberlo dicho" tal personaje.