Tinta Invisible, Idea Perdida, Pensamiento Muerto...

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21 abril 2009

Estuve un momento pensando qué escribir y ahora me encuentro escribiendo. Es casi ridículo que lo haga, pero lo estoy haciendo, me estoy dejando llevar por las palabras y todavía no borré ni una sola letra. Lo curioso es que lo estés leyendo. Y más curioso aún, es que lo hagas por pura curiosidad. Todavía no tengo nada en mente, pero estoy tipeando para ver que sale, las palabras fluyen, quiero decir algo, pero todavía no tengo idea. Es muy raro todo esto, porque pienso: muy bien, escribo, se que alguien lo está leyendo. Pero ¿y si nadie lo esta leyendo? ¿Qué significa eso? ¿Acaso significa que no lo escribí? No, eso no es. Porque por más que nadie lo lea, ya está escrito, existe.
La pregunta sería entonces: ¿Qué pasa con esto que escribo si nadie lo lee?
Bueno, con este texto en particular no pasa nada, pero a raíz de este aparente sin razón de post, me surge una pregunta parecida. Una pregunta realmente inquietante, al menos para mi.

dibujo faro AlejandríaQué pasa con los escritos de los hombres que nadie leyó?
Más concretamente: ¿Qué pasa con los escritos que se perdieron en la historia?
Esto lleva sin más a la biblioteca de Alejandría. No puedo siquiera imaginar la cantidad de escritos que se perdieron ahí. (Que perdimos en realidad) Seguramente hay personajes que dejaron por escrito cosas asombrosas ahí y jamás sabremos qué.
Pero ellos lo escribieron, seguramente sus contemporáneos algo leyeron, pero para nosotros eso ya no existe. Podemos especular con que hubo escritos, pero no saber qué escritos y de quienes (en su mayor parte) Tal vez alguno haya escrito algo asombroso, algo que solo tenga utilidad o comprensión en este siglo...

Por ejemplo, los griegos (en la antigua Grecia) fascinados con las matemáticas hacían formulas inservibles en la práctica, las hacían tan solo por diversión, pero una veintena de siglos más tarde aproximadamente, alguien las usaba para desarrollar sofware.
No me refiero a los números binarios, que esos vinieron de la mano de Pingala (que nombre gracioso) en el siglo III, luego perfeccionado por Leibniz en el s XVII y demás.
Esto último viene a que estoy divagando y me estoy dejando llevar. Pero tiene sentido.
Todo esto lo sé porque de alguna manera alguien leyó (no yo) las teorías de estos buenos señores a los que tanto agradezco, pues sino, no habría forma de escribir esto por este medio.

Entonces tenemos que: Uno a otro se fueron pasando la "posta" (vale también la expresión: "la posta" del argentino), la antorcha que recorre todo el mundo cuando son las olimpíadas, esa especie de conocimiento que se va formando o estructurando como una especie de masa (porque para mi no puede hablarse de desarrollo)
Una masa que hoy nos permite comernos la torta.

Me pregunto finalmente si se habrán perdido eslabones de esa cadena.
Es decir, por qué no puede ser que hayamos perdido escritos increíblemente valiosos para la humanidad (sea de la doctrina, ciencia o arte que sea)

Más allá de Alejandría.
Pasaron muchas guerras por este suelo.
Hubo mucha "caza de brujas"
¿Conoceríamos el mundo de otra manera?

Generalmente hay Razones

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12 abril 2009

Generalmente no entiendo a la gente. Porque generalmente la gente me hace confundir, sobretodo cuando son de una manera y por algún detonante cambian de forma. Generalmente convirtiéndose totalmente diferente. Mi mente intenta comprender esas actitudes, pero poco entiende.
¡Cuando todo parece marchar tan bien! Generalmente algo pasa y la gente cambia. Y está muy bien que cambie, no cambiar es de estúpidos. Lo que me molesta es el cambio incomprensible y no precisamente porque yo no lo entienda, sino porque me perturba en otro sentido: "Ser o no ser? He ahí el delay..."
Dilema éste que no me deja dormir.

Ya de por sí me siento un tanto incomodo siendo yo mismo, imaginense cuando uno no sabe cómo interactuar con los demás. "Lazos sociales" que se anudan en mi garganta.
Generalmente intento buscar una vuelta al problema, pero es como el perro a su cola.
Y el problema escapa y quedo tan mareado que no se dónde, cuándo, cómo y por qué hubo un problema, si es que lo hubo. Si no lo hubo, nunca voy a saberlo, demás esta mencionarlo.

Generalmente lo mejor es hablar y confrontarse hasta encontrarle razones, porque generalmente las hay; y generalmente a montones. Solo que es tan difícil explicar esas razones y aún más difícil es preguntar por esas razones, porque generalmente del otro lado se contesta que no hay problema, generalmente porque es, precisamente, difícil explicar las razones.
Hablo de las "razones" del tipo: Causa - Efecto. No de algo racional. Lo irracional tiene sus razones, claro está. Y estas últimas razones son las dificiles de explicar, porque generalmente nadie se da cuenta que ha cambiado de manera incomprensible su forma de ser. Hecho éste que asusta a uno que se encuentra en la situación incomoda del interactuar.

Generalmente toda la historia termina con un Deus Ex Machina.
Fin de la obra.

Desterrando el Mito del Conejo...

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11 abril 2009

Jamás voy a entender cómo es que se llega de un huevo de pascua a la resurrección de Jesucristo. Es decir, cuál es la conexión o relación entre un huevo de chocolate y la muerte de un hombre hace (2009 - 33 =) 1976 años. ¿Cómo se explica que dentro de esta aparente relación entre un huevo y Jesús aparezca un conejo?
El conejo de Pascua.
Estuve "investigando" (este es todo el tiempo que voy a perder investigando esto) y me parece demasiado ridículo. Yo entiendo que a los seres humanos nos gustan los mitos, pero ¡vamos!
Dándole vueltas al asunto me encontré con algo aún peor. Todos esos mitos están relacionados de alguna manera con Él. El todopoderoso.
El conejo de Pascua tiene su historia, sea como símbolo de lo que debe ser un cristiano o porque un conejo estuvo en el ataúd de Cristo. (WTF?!)
Los Reyes Magos, quienes estuvieron presentes en el nacimiento de este buen hombre.
Y hasta Papá Noel resulta que era un obispo cristiano del siglo IV.

Ahora bien, no es llamativo que se monten tantos mitos, leyendas y costumbres en torno a una figura sagrada?
En realidad no lo es en absoluto. Es posible comprender por qué los seres humanos se dejan llevar por estos mitos, adornándolos de historias incomprensibles. Al hombre le gusta creer en "cosas" y generalmente creer en cosas o fuerzas (divinas o no) exteriores a él mismo.
Cabría preguntarse entonces de dónde parte para crear tan bellas historias. Vale decir, cuál es el punto primero, el origen, de dónde salen estas ideas. ¿Cómo es posible concebirlas?

Sin duda alguna es porque lo que se encontraba en el principio era el germen de los consecuentes mitos.
Nadie se aferra a algo increíble, tiene que ser verosímil (aunque sea dentro de su propia lógica, claro está) Y para darle fundamento a un "conejo de Pascua" tiene que haber, dentro del mito, otro mito que lo funde. Y si seguimos hasta el principio, no va a haber razón fundante, es decir, no habrá principio, sino que ese mito (que parece germen) va a "cabalgar" sobre otro mito precedente. Que por obvias razones no guarda relación con el anterior, sino que permite, dentro de la misma estructura del mito, proseguir de forma indeterminable durante lo que la historia del hombre quiera hacerlo perdurar.

En definitiva, con esto quiero decir que detrás de un mito siempre habrá otro mito y justo en el medio, el hombre tratando de darle algún sentido a través de las leyendas y las costumbres.

Demás está decir que soy ateo y es sabido adonde quiero llegar, solo que no voy a escribirlo.

El Primer Día de mi Vida

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06 abril 2009

Este es un cuento de 200 palabras. Lo escribí y lo envié a un concurso de cuentos en donde por supuesto ni fue finalista. El problema con estos concursos es que escribo algo rapido y lo envio, porque no confío en este tipo de concursos. De todas maneras sigo enviando cuentos, pero si alguien toma en serio estos concursos, lógicamente la calidad de los textos que envio no es de la mejor y por tanto nada voy a ganar a no ser que yo empiece a tomarlos en serio.
En fin, este es el cuento:

Una brillante luz blanca paralizó todos mis sentidos. Nunca había sentido nada parecido. Mi única reacción fue sobreponerme rápidamente y comenzar a retorcerme, intentando escurrirme de aquellas manos extrañas que intentaban secuestrarme. Raptar mi cuerpo de su morada. Extirpar mi esencia y alma, alejándola de su lugar de origen. Yo sólo quería seguir mi vida, quería seguir en mi hogar.
Será por ignorancia o exclusiva maldad de estas personas no entender este simple hecho: Yo era feliz. Estaba donde debía estar, donde quería estar.
Pero ellos no querían entenderlo, ellos tan solo querían extraerme de mi lugar natural y llevarme al mismo infierno. Podía sentirlo con tan solo respirar el aire, quemaba mis pulmones, era insoportable. Jadeando y tosiendo fui acostumbrándome, logré tomar un ritmo de respiración, de manera que el dolor cesara un poco. Pero era inevitable calmar la angustia e impotencia que provocaba el hecho de perder aquel lugar.
Comencé a llorar con todas mis fuerzas tratando de cambiar sus actos. Grité, pero nadie parecía entenderme. Ya no tenía más fuerzas y me abandoné a mi destino. Me llevaron hacia una mujer, ella lloraba y sonreía. No entendía tal expresión. Entonces me miró fijo y dijo “hijo mío”.

Yo Quería Ser Mayor...

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03 abril 2009

A raíz del anterior post, voy a publicar un par de fotos de cuando tenía unos 2 y 4 años. No son las mejores, pero si las que tenía a mano en este momento. En la que tengo algo de 2 años es un cuadro enorme que tengo colgado en mi habitación, esa foto me gusta.
Tiene sus buenos años y esta media maltratada, pero me encanta. Quizás se deba a que esa expresión de inocencia no la volví a ver nunca más en mi rostro.
Al menos claro, desde que tengo uso de razón...

de cuando era chico

de cuando era chico

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