Estoy aburrido, pero no fue hasta hoy que me puse a pensar profundamente en el aburrimiento. ¿Por qué nos aburrimos? ¿Sirve para algo? ¿Por qué teniendo tiempo para hacer tantas cosas no tenemos ganas de hacer nada? Son algunas estúpidas preguntas que se cruzaron por mi mente aburrida. Ahora bien, creo que todos sabemos que la vida no es tan divertida como para no tener un día aburrido, o momentos aburridos. A todos nos llega y nos toca.
Hay formas fáciles, rápidas y torpes de responder las preguntas del principio:
Nos aburrimos porque no tenemos nada para hacer.
No sirve para nada, es una perdida de tiempo.
Se retroalimenta a sí mismo, por eso aun con tiempo y cosas por hacer, el aburrimiento empobrece nuestras capacidades mentales y físicas para llevar a cabo tarea alguna.
Lindas respuestas para un libro de autoayuda, pero son respuestas inútiles, de rápido sentido común y vacías.
Según entiendo el aburrimiento va mucho más allá. Ante todo creo que debo aclarar que no voy a utilizar sinónimos para "aburrimiento", porque para mí no existen. Es una palabra única. Hastío, disgusto, desinterés, indiferencia, tedio, fatiga y demás posibilidades que ofrece nuestro idioma no corresponden, tal como sucede con otros términos (amor, odio, etc).
En primer lugar, el aburrimiento es la falta de "algo". Y precisamente ese "algo" no es tan solo diversión, es mucho más que eso. Ese "algo" hay que llenarlo con "otra cosa". Si no estuviéramos aburridos no habría nada que llenar, demás está decirlo. Es en este momento cuando toma peso la importancia de aburrirse. Si nunca nos aburrimos nunca vamos a tener que "llenar" eso que nos está faltando. La acción que realicemos para salir de este estado será un logro o en el peor de los casos un divertimento para pasar el tiempo.
En segundo lugar entonces, podríamos plantearlo como un necesario estado del animo para emprender un proyecto.
Entendido este punto podríamos considerarlo útil, pues es el aburrimiento el que nos obliga a atacar la mente con cosas para hacer. Caso contrario, estaríamos en otra situación, despreocupados por encontrar algo nuevo para hacer. Para dejarlo en claro, sin el aburrimiento no existiría la originalidad. Creo que hay que entenderlo como una puesta en blanco, arrancar de cero, no saber qué hacer pero intentar buscar "algo".
El aburrimiento fue tema de muchos libros, de todos los ámbitos. Kierkegaard plantea que “los dioses estaban tan aburridos que entonces crearon a los seres humanos”. Voy a tomar como una excelente metáfora (pues soy ateo) de lo que estuve tratando de explicar. Dios, tuvo que estar aburrido para crearnos. Nosotros teníamos que estar aburridos para crear a Dios. La originalidad se originó gracias al aburrimiento.
Es decir, si Dios hubiera estado ocupado con otra cosa, jamás se le hubiera ocurrido siquiera pensar en crear humanos y demás naturaleza.
Hago un paréntesis para aclarar que encontrar en el aburrimiento algo positivo no es un pensamiento optimista, sino tan solo el resultado de un punto de vista. Y aclaro esto porque soy bastante pesimista y en esta linea Arthur Schopenhauer notaba que cuando se desea lo que no se tiene, solo se obtiene sufrimiento, y que cuando el deseo es satisfecho, solo se obtiene aburrimiento.
Entonces toca preguntar por las causas del aburrimiento. Y en este caso tal vez la monotonía sea la reina. Cumplir siempre los mismos objetivos, hacer siempre lo mismo, en el trabajo, en la vida en general, la rutina y todas las demás variantes, lugares o situaciones en donde podamos encontrar monotonía, vamos a aburrirnos.
Es a partir de esto que debemos necesariamente realizar un cambio, buscar la originalidad so pena de entrar en una especie de "coma mental". La monotonía es aburrida, pero es justamente porque nos aburre que queremos cambiarla. Y esa facultad inherente de aburrir nos conduce a un estado de búsqueda constante de estímulos, estos estímulos tendrán que ser lo suficientemente interesantes, porque lo que se busca es "salir" del aburrimiento o como vine intentando explicarlo, llenar con "algo", ese "algo" vacío. Al tener que ser esos estímulos ("algo") capaces de motivarnos para cambiar el estado de animo ("llenar ese otro algo") debe surgir la originalidad. Pues sería tonto esperar que para no estar aburridos podamos cambiar esa monotonía por otra y listo. Es decir, no se puede salir del aburrimiento siempre con la misma acción, es indispensable encontrar nuevas formas. Y es en ese momento de cambio donde se logra lo nuevo, lo original.
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